El Legado de María Magdalena, oculto durante siglos, debe ver la Luz. Este mensaje viene a liberar a hombres y mujeres. Nos enseña a reconocer quienes somos, cuales son nuestros dones y capacidades pero, sobre todo, nos enseña que somos complementarios, que juntos armamos un puzzle maravilloso lleno de paz y armonía.
¿Quién era María Magdalena?
María Magdalena fue la discípula de discípulos: Una mujer fuerte, valiente, adelantada a su época y con un amor y una consciencia como no hemos conocido en este mundo.
Jesús la eligió a ella para transmitir su mensaje. Sí, a una mujer, precisamente por su comprensión, fortaleza y sabiduría. Además de ser su esposa y la madre de sus hijos, como dicen las diferentes investigaciones, fue la elegida para enseñar al mundo el verdadero mensaje de Jesús: “AMA A TÚ PRÓJIMO COMO A Tí MISMO”.
El Mensaje
El Legado de María Magdalena es el gran mensaje que quedó pendiente de transmitirse y que, generación tras generación, ha sido manipulado y distorsionado por aquellos que solo anhelaban el poder. Este mensaje está descrito en la CÁBALA EVOLUTIVA.
El Legado de María Magdalena nos enseña quienes somos, el por qué estamos en este mundo, cuál es el propósito de nuestra vida, la elección de cada acontecimiento, de nuestras neurosis y el como superarlas. Nos enseña con precisión cuales son nuestras tareas, cuál es la tensión que vamos a tener para realizarlas, pero lo mejor es que nos da el secreto de como liberarlas.
Las religiones, la política y las diversas organizaciones nos han hecho creer que “amar a tú prójimo como a ti mismo” está basado en reglas y dogmas que cada uno de ellos ha instaurado según su criterio. Pero esto no es así, amarse a uno mismo viene de la libertad, el respeto y la coherencia. Cuando tú te respetas, respetas a todos los demás seres que habitan en la tierra.
Nos han hecho creer que los hombres están por encima de las mujeres y otras, que las mujeres están por encima de los hombres. Nada más lejos de esto, VAMOS DE LA MANO HOMBRES Y MUJERES, juntos somos más fuertes, juntos nos reconocemos unos a otros y juntos sumamos.
8 de Marzo, el día de la Mujer
El mes de Marzo es el mes de la MUJER pero, ¿qué es lo que se conmemora? ¿por qué la mujer tiene un día señalado en el calendario y el hombre no? La respuesta es simple: por la lucha, el esfuerzo y el sufrimiento que ha vivido la mujer durante siglos. Mujeres maltratadas, asesinadas, silenciadas, manipuladas, etc. Mujeres brillantes, que solo por el hecho de ser mujer se lo han puesto muy difícil.
María Magdalena fue silenciada, insultada y degradada para que su mensaje no llegase al mundo. La apóstol de apóstoles, la mujer más fuerte y sabia que ha pisado este planeta. Es el momento en que su Legado salga a la Luz y que con él, todo hombre y mujer de este planeta se libere.
Si bien, hombres y mujeres debemos tener los mismos derechos a ser libres, a expresarnos, a un sueldo digno, etc., no somos iguales. El hombre y la mujer están hechos para complementarse, para unirse.
Tenemos este día para recordar el dolor y el sufrimiento de tantas mujeres que han luchado para ser escuchadas, para reclamar los mismos derechos, para ser reconocidas. Pero yo os pregunto: ¿os reconocéis vosotras o estáis esperando que os reconozca la sociedad para, así, reconoceros? Y voy más allá: ¿si seguimos enfocadas en el dolor y el sufrimiento pasado, si seguimos recordando todo el dolor, el maltrato y el silencio que el hombre ha ejercido sobre nosotras, creeís que vamos a tener algo diferente en nuestro presente y en nuestro futuro?
La respuesta es simple: tendremos más de lo mismo. El cambio está en cada una de nosotras, el cambio está en sentir desde lo más adentro de nuestro ser quienes somos, en sentirnos merecedoras de esos derechos sin necesidad de que otros nos lo digan, y desde esa toma de consciencia, se dará el cambio.
Sabiendo que somos únicas y especiales cada una de nosotras, al igual que los hombres son únicos y especiales y que cada ser de este planeta tiene su papel y ese papel encaja a la perfección para crear un mundo mejor, debemos dejar el pasado atrás, y enfocarnos en nuestro presente y en nuestro futuro, pero debemos hacerlo sin rencor.
Magdala, la ciudad de María Magdalena
Cuando estuve en Israel, visité la ciudad de Magdala. En ella viví una de las mayores experiencias de mi vida. Una de las cosas que más me impacto fué el escrito que la Iglesia había redactado. Este escrito estaba encima del pozo que yo había visto en mis regresiones. Dice así:
“En este lugar santo, la Iglesia quiere dar las gracias a la Santísima Trinidad por el misterio de la mujer y por cada mujer, por lo que constituye la medida eterna de su dignidad femenina, por las maravillas de Dios, que en la historia de la humanidad se han cumplido en ella y por medio de ella”.
La unión hace la fuerza
Todos somos iguales, hombres y mujeres. Estamos hechos a imagen y semejanza de nuestro creador unos y otros. El hombre se compone de energía masculina y femenina, al igual que la mujer. Nos han manipulado para que creamos que estamos separados los unos de los otros pero, ¿sabéis por qué?: porque unidos hombres y mujeres sumamos.
Deseo de todo corazón que, un día, se marque en el calendario “EL DÍA DE LA UNIÓN ENTRE HOMBRES Y MUJERES”, que recordemos ese día no como igualdad, sino como unión. Que dejemos de recordar sufrimiento, para enfocarnos en lo grandes que podemos ser desde la unión.
Según los escritos más antiguos, la oportunidad del cambio del mundo vendrá en la era de ACUARIO de la mano de la energía femenina. El Legado que nos dejó María Magdalena debe salir a la Luz para que así podamos conocernos y ser libres.
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Gracias de corazón.
Maravillas de Magdala